Tengo que admitirlo: las magdalenas se me resisten.
Siendo un producto de elaboración rápida no es nada fácil que queden bien. O no suben o se quedan con un aspecto totalmente alienígena. Y lo peor de todo, para que suban y queden esponjosas hay quien abusa de levaduras, con lo que el sabor a gaseosa lo delata y no las hace nada agradables.
Lo importante de las magdalenas es: receta que funciona, receta que hay que guardar.
Es de las pocas cosas con las que no me atrevo a experimentar en la cocina, pues siempre fracaso.
Esta receta es éxito asegurado con los niños. Curiosamente, a los míos no les gustan los bizcochos, pero con las magdalenas se vuelven locos. Y si además, son superchocolateadas como estas, con suerte llegan al desayuno siguiente.
Ingredientes:
- 50 grs de cacao en polvo
- 160 grs de harina
- 130 grs de azúcar
- 45 grs de azúcar moreno
- 125 grs de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- Media cucharita bicarbonato sódico
- Una cucharadita y media de levadura
- 1 pizca de sal
- 230 ml de agua
Paso 1
Disolver el cacao en el agua y dejar enfriar.
Paso 2
Batir los huevos con el azúcar, tanto el moreno como el blanco y la pizca de sal.
Una vez que se pongan blancos, agregar la mantequilla a temperatura ambiente y batir fuertemente.
Paso 3
Mezclar las dos preparaciones.
Tamizar la harina y la levadura y mezclar con el resto.
Paso 4
Meter la masa en la nevera durante una media hora.
Mientras tanto aprovechamos para calentar el horno a 200ºC.
Paso 5
Repartir la masa en las cazoletas de papel y estas, a su vez, en los moldes para cupcakes. Si no lo hacemos de esta manera corremos el peligro de que se nos queden todas las magadalenas desparramadas y acaben con forma de todo menos de unas deliciosas magdalenas.
Paso 6
Metemos en el horno a media altura durante unos 10-15 minutos.
Dejar enfriar
Buen provecho